
La posboda en la playa era algo que me comentó Sara meses antes de la propia boda, tales eran las ganas de poder disfrutar de una sesión de este tipo por parte de ella. Poco a poco el tiempo fue pasando, primero una sesión de preboda y mas tarde claro el día de la boda, hasta ese momento todo había salido a las mil maravillas y tal y como estaba soñado.
Pero estaba claro que había que buscar una fecha y un lugar para esa sesión en la playa, el sitio fue el parque natural de Calblanque en Murcia y la fecha octubre.
Conozco bien estas preciosas playas, y sé que aquí la luz del atardecer es especialmente cálida y suave, así que nos presentamos a media tarde sobre la pasarelas de madera que dan acceso a la arena fina. El resto fue disfrutar del sonido del mar, de las increíbles dunas fósiles, de los pescadores y de los surfistas, en definitiva dejarse envolver por el ambiente y por la brisa marina.
Cuando al solo le quedaban pocos minutos para esconderse tras las montañas, Sara y Juanjo quisieron despedirlo ya metidos en el agua, abrazarse y besarse mientras las olas los mecían y mojaban sus ropas, creo sinceramente que esa sensación era exactamente la que Sara me comentó muchos meses atrás esa primera vez en que me habló de su boda y de su sueño.

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