Juan, ¿podemos hacer la sesión de preboda con bebé?, eso fue una de las cosas que me preguntaron Belén y Oscar, claro que sí les contesté yo. No es ni la primera ni la última preboda en la que los mas pequeños también participan.
Es obvio pensar, que si lo que perseguimos entre otras cosas con la preboda, es que los protagonistas ganen confianza frente a la cámara y se muestren de forma natural, qué mejor forma que hacerlo con su bebé cerca de ellos.
Teniendo ya ese punto aclarado, comenzamos el día de la sesión solo con la pareja, paseando abrazados por el medio del bosque, dejando que el tiempo fuese pasando y que los nervios iniciales se fueran templando, cosa que no tardó mucho en ocurrir.
A partir de ahí, solo hay que dejar que el amor actúe y que sus miradas y caricias lo digan todo, que sus risas salgan al exterior y lo invadan todo. En esos momentos ya ni recuerdan que yo ando por ahí haciendo fotos, moviéndome a su alrededor y procurando que todos esos momentos queden bien guardados.
De vez en cuando me acerco a ellos, no paramos de charlar sobre cualquier cosa, les enseño alguna imagen en la pantalla de la cámara y observo con agrado como exclaman: «¿Y ya está, es así de fácil?, no las tenía yo todas conmigo…». Pero sí, así de fácil es, porque cuando estás muy cómodo en un entorno o en una situación, no te cuesta mucho ser tal y como eres.

Deja un comentario