Realizar una sesión de fotos de comunión en el campo es algo que comencé haciendo hace muchos años y que cada vez con ma frecuencia me solicitan.

De esta manera se consiguen varias ventajas como he comentado en otras ocasiones, disponer de las fotos antes de la propia comunión para múltiples usos como por ejemplo recordatorios o simplemente mostrar ese mismo día un álbum de la propia sesión. Sin olvidarnos de lo cómodo que resulta hacer estas sesiones en pleno campo lejos de miradas y totalmente relajados.
En este caso, la sesión era para un viejo conocido en este blog puesto que no es la primera vez que le hacía fotos por diferentes motivos, me refiero al genial Jaime.
Recuerdo que en su día, hicimos lo propio con su hermano Jesús, y ahora, cómo pasan los años, era él el principal protagonista de la sesión, y ni que decir tiene que le encanta, es un pequeño seductor ante la cámara, así que me lo hace muy fácil.
Disfrutamos junto con el resto de su familia de una tarde muy agradable, y sin más, os muestro a continuación una selección de este trabajo.

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